Juan Salinas
Nota: Luciano Juarez
Fotos: Carlos Costa (Tio Tom)
Fue una noche en la que las palabras estuvieron de más. El público que se acercó la noche del viernes 4 de mayo a la esquina de Saavedra y Necochea disfrutó de una gran velada de música instrumental, y fue testigo una vez más de la constante evolución de Juan Salinas.
En primer término Pat Tomaselli Power Band hizo su debut en el escenario de Mr Jones para presentar “Into the light”, su segundo disco. Al guitarrista lo acompañaron, como desde hace ya varios años, Lucas Fernández en bajo y Javier Foppiano en batería. Ambos conforman una sólida base para que el virtuosismo de Tomaselli pueda volar.
El trío mostró en la noche de Ramos Mejía una impronta muy rutera, por ejemplo con temas como “Hot Wheels” o “Vortex”. No era difícil imaginar a Pat Tomaselli acelerando cada vez que accionaba alguno de sus pedales. Sin embargo también hay lugar en su propuesta para temas más tranquilos como “On bass” o “Learning to say goodbye”, capaces de generar un clima muy interesante. “Space for the papa”, de Jeff Beck, fue el cierre ideal de una excelente presentación.
Luego fue el turno de Juan Salinas. Con Patán Vidal en piano y teclados, Jorge Oss en bajo y Sebastián Peyceré en batería, Juan Salinas abrió su show con “People get ready”, hermosa canción de Curtis Mayfield que Juan ya tocaba de muy pequeño con su padre Luis. Luego subiría el ritmo con “Funky blues”, donde se luce toda la banda, entre los silencios a perfecto tempo y el talento de Vidal con las teclas. El público no dudó en premiar con aplausos tan buena música.
En “Oscuro”, tema del repertorio de su padre, Juan Salinas tararea a la par del bajo, creando un clima más que sugestivo. No hay por qué negar las raíces. A la belleza de “Avión” le seguiría “Rock cha cha”, clara influencia de Santana en la casa de los Salinas. Los aires de jazz y rock latino continuaron con “Ahí va”, con un Peyceré impecable en los parches.
“Sleep Walk”, esta gema de la historia de la música que contiene una de las melodías más bellas que pueda existir, fue interpretada tan exquisitamente por la banda que más de un espectador cerró los ojos para entregarse al goce musical. Con el funk rabioso de “Re” Juan Salinas saca su costado más rockero, distorsionando su Fender Stratocaster y exhibiendo mucha energía y técnica. Luego volvió la calma “Un clima”, pero sólo por un rato porque enseguida el cuarteto se lució con “El tren”, rock blusero con mucha zapada a la Deep Purple.
Tras un pequeño intervalo y una zapada blusera, fue el momento de presentar al invitado de la noche: el gran Luis Salinas. Con su Gibson Les Paul interpretó “Funky Tango”, tema que arrancó casi como un bolero y luego terminó a puro ritmo y tremendo duelo de guitarra entre padre e hijo; y “Spike”, funk en el que Luis Salinas invitó al público a ponerse de pie para cerrar la noche a pura fiesta.
Vaya si creció y sigue creciendo Juan Salinas, este guitarrista a quien conocemos desde muy pequeño. Son muchas las virtudes para destacarle, pero creemos que las principales son su buen gusto y su sensibilidad para tocar. A los 19 años cualquiera con una guitarra eléctrica estaría pisando pollitos y demoliendo hoteles por así decirlo, pero este músico posee una versatilidad rítmica y melódica que le permite tocar casi cualquier género, y vaya si lo aprovecha. Y lo mejor de todo: esto recién comienza.