Nina Portela
Nota: Fede D’Auro
Fotos: Pol Gonzalez
Raíces en el Soul con estilo propio. Nina Portela abrió su alma en una noche cargada de emociones.
Mr. Jones siempre sorprende, y eso es obviamente más que agradable. En esta oportunidad fue la voz de Darío Soto con todo el sur de Estados Unidos encima, quien se encargó de la previa y calentar motores junto a la guitarra de Juan Manuel Torres para luego dar paso al retorno de Nina.
Volver luego del acto más conmovedor en la vida de una mujer, ser madre, para la interpretación de las canciones que la acompañaron desde niña y dejar expuesto su corazón al momento de interpretar es un claro acto de amor. Amor por la música, por quienes la siguen, por todos los que estuvimos y sentimos como cada clásico tomó vida, esos sí: una vida evolucionada, con nuevos arreglos e impronta.
28 de julio, técnicamente pleno invierno en el hemisferio sur, con temperaturas cercanas a la primavera del norte, donde se ha originado gran parte del repertorio que escuchamos, Nina ligada con su banda llevaron de paseo a los espectadores ansiosos, tanto o más que ella, por un camino que se hizo esperar. De repente y casi sin presentación ubicamos a Nina junto al piano y para sorpresa de todos, dedicado a la anfitriona del lugar por su cumpleaños, “Creep” de Radiohead en una versión austera y conmovedora, preparó el lugar para un set ambicioso cargado de éxitos.
“Get Up” dio el puntapié inicial de un partidazo, tema incluido en Karma, su último trabajo de estudio, allí el groove y el swing con Cristian Crissong en bajo y Gonzalo “El Mono” Martino en batería promovieron una inevitable movida de patita al ritmo actual. Bueno, es momento ahora de los clásicos reinterpretados, nada más y nada menos que “What’s Going On” de uno de los padres de toda esta historia, Marvin Gaye. “Roxanne” de The Police, cuan estándar de jazz, generó un climax de relax en una versión que recuerda a la realizada por George Michael.
“I’ll Be Around” de The Spinners continuó en esa línea de relax donde los coros de Cristina Preite y Charly de Hoz, guitarrista también, sentaron las bases de la armonía al máximo. Y hablando de guitarristas, Juan Manuel Torres en primera guitarra fue quien supo encontrarnos en los momentos justos y convertirse en frontman, donde desde su camiseta, de Stax Records, ya anticipaba hacia donde iría. Con una participación, que en lo personal hubiese querido escucharlo más, Ezequías Aquino en saxo tenor fue quien sopló cuan viento tormentoso, y completó esta formación digna delos grandes exponentes del género internacional.
Martin Ignacio Rivero en teclados, deslizando los colchones de cuerdas para darle vida al clásico de los Bee Gees del año 1967 “To Love Somebody” llenó de recuerdos y emociones a los espectadores. Más acá en el tiempo, pero con la misma potencia de convertirse en clásicos, “I Try” de Macy Gray y “Like A Star” de Corinne Bailey Rae fueron completando el intermedio para darle lugar a las canciones más bailables.
Lobo Stone en batería y Cristian Ferraro en guitarra fueron los invitados para hacer el himno “La Nave” de Los Ratones Paranoicos seguido por “I Wish” de Stevie Wonder para empezar a convertir el salón en el famoso Club 54 de New York. Darío Soto volvió a las tablas para hacer a dúo una versión increíble de “Alright, Okay, You Win” de Peggy Lee. Para todo esto, los espectadores deseosos de mas, continuaron bailando sin parar “Staying Alive” al ritmo de los pasos legendarios del gran John Travolta en “Saturday Nigth Fever”, y casi casi sin respiro fue el turno de “Billie Jean” del multifacético Michael Jackson, en el que Nina terminó de demostrar el dominio y la pasión sobre el escenario.
Una bola de espejos imaginaria iluminaba todo el lugar, espectadores bailando sobre las sillas, campanadas al ritmo de la música, alegría, emoción, todo eso fue el reencuentro de Nina con su público en el lugar que supo darle tantos buenos momentos. “Can’t Take My Eyes off You” cerró una noche para el recuerdo y justamente eso es lo que el público no pudo dejar hacer, no pudo quitar los ojos de Nina Portela y su comitiva del buen gusto.