Vox Dei
“Estar tocando y rockeando por más de 50 años es una alegría enorme y a la vez impensada”
Hubo tierra, agua, sangre, flores, todo eso y también tiempo, sobre todo tiempo, ya que Vox Dei por estos días está cumpliendo nada menos que sus primeros 50 años de vida y planean festejarlo a lo grande.
El concierto que la banda, oriunda del sur del conurbano, brindó en Mr Jones el pasado viernes 31 de marzo, recorrió un selecto grupo de canciones del extenso catálogo que tiene a su disposición compuesto por éxitos y temas que solo algunos pocos conocen en los que las letras, tienen un profundo contenido intelectual sin dejar de ser, a la vez, popular. En el lugar convivieron fans de las más grandes formaciones que componen al rock argentino, desde Manal, Pesacado Rabioso, Serú Giran fácilmente identificables por sus remeras, que cantaron conmovidos y disfrutaron del power trío.
“Estar tocando y rockeando por más de 50 años es una alegría enorme e impensada, uno no puede imaginarse tal cosa”, afirmó Willy Quiroga, bajista y miembro fundador. Y es así como parece convertirse en un súper héroe nacional del bajo y disfrutar cada nota que realiza y cada palabra que recita con su voz intacta.
A minutos de comenzado el concierto quedaron a flor de piel los virtuosismos del trío que completaron Simón Quiroga en batería, quien supo transitar desde muy pequeño por todos los estadios por los que puede pasar un baterista al acompañar en todo momento al pulpo Basoalto, otro de los miembros fundadores, hasta el momento que la vida decidió llevárselo definitivamente de gira en el año 2010. Carlos Gardellini en guitarra es quien llevó, a todo el público, a los momentos más cargados de emoción con su condición de ser quien deja huellas en la mente para luego tararearlas hasta el infinito.
Un hermoso momento se vivió con la invitación del guitarrista Gabriel «Conejo» Jolivet para hacer una versión de “Esta noche no parece ser igual” en la que ambos violeros se batieron a duelo unificando un blues de antología para darle paso a dos canciones que todos alguna vez cantamos y quisimos tocar “Tan solo un hombre” y “Génesis” tocando el pico máximo de la noche.
Luego del falso final con “Río de blues”, sobre las visiones personales de Willy mirando la rivera quilmeña y “Es una nube, no hay dudas” los bises terminaron de certificar él merecido lugar que ocupan en nuestra música. El visceral “Jeremías, pies de plomo” y finalmente “Azucar amargo” completaron una de esas noches para guardar y recordar.
Quien hubiese pensado que desde la primavera del año 1967, Vox Dei, una banda que comenzó interpretando sus canciones en inglés y que, luego de dos intervenciones como la de Javier Martínez de Manal y el Flaco Spinetta influyeran en el idioma de sus letras, lograran cautivar, emocionar y convocar a cada vez más fieles con hambre y sed de rock, porque recordemos que, hubo hombres con memoria, que contaron todas esas cosas.